La mayoría de los administradores tienen
presente que el uso de estrategias dentro de las organizaciones es de vital
importancia para el buen desempeño de estas, por lo que tienen muy presente que estas le traerán
éxito a las empresas.
Es necesario resaltar que Chandler propuso que
"estrategia" fuera definida como: "la determinación de los
objetivos y planes a largo plazo, las acciones a emprender y la asignación de
los recursos necesarios para lograr esto".
Este concepto nos permite identificar que las
estrategias dentro de la empresa serán una herramienta de gran utilidad, puesto
que estas logran la determinación de
escenarios más sólidos para visualizar el futuro de las organizaciones.
La administración estratégica; Fred (2003) la
define como "El arte y la ciencia de formular, implantar o evaluar las
decisiones a través de las funciones que permitan a una empresa logras sus
objetivos".
Entonces se puede definir que la administración estratégica es todo un proceso
que inicia con la elaboración de la definición exacta del negocio para luego
establecer de manera clara y concreta como se visualiza la empresa a un
determinado tiempo.
Ahora bien, esta visualización no se trata de
una simple declaración de sueños y buenos propósitos, sino del verdadero
objetivo que se alcanzara con una serie de acciones bien definidas por medio de
estrategias, “Sin una estrategia una empresa es como un barco sin timón, dando
vueltas en círculos. Es como una trampa, pues no tiene un sitio a donde
ir".
La administración estratégica forma parte
indispensable de las organización es su ruta de acceso hacia el éxito, cabe
mencionar que esta corriente ha obtenido
mayor fuerza a lo largo del tiempo, puesto que los directivos de las
compañías han comprendido la gran
importancia que tiene el contar con estrategias que ayudan a sus empresas a
fijarse metas y cumplirlas a largo plazo.
A través de los distintos enfoques y
corrientes que busca adoptar la administración estratégica esta se posiciona dentro de las herramientas de
las compañías como un enfoque que se aplica a las organizaciones a largo plazo, por medio de la formulación de
estrategias que permiten reducir la incertidumbre del ambiente dentro y el que
rodea la empresa.
La implementación de estrategias por parte de
los administradores y ejecutivos de las organizaciones, nos permite identificar
en qué posición se encuentran las
empresas ya que no todas tienden a reaccionar de la misma manera frente a
estas.
Es por ello que de acuerdo a su actitud frente
a la planeación estratégica las organizaciones se pueden distinguir cuatro
tipos de organizaciones; la primera son las defensoras, aquellas que solo se
preocupan por su área operativa ya que no buscan oportunidades fuera de su
ámbito, es decir que su mercado es muy reducido, la segunda son las
exploradoras este tipo de empresas están muy al pendiente de innovar y expandir
su mercado aunque resultan no ser del todo eficientes, el tercer grupo las
analizadoras estas resultan ser un poco más inteligentes ya que trabajan con
sus parámetros ya establecidos y formalizados, es decir, de manera estable y
por otro lado se preocupan por lo que está ocurriendo con su competencia,
abriéndose con ello nuevas oportunidades dentro del mercado y la última que son
las respondientes, en este tipo las organizaciones no se ven del todo
beneficiadas ya que no logran establecer una buena relación en cuanto a la
estructura y las estrategias lo que no les permite obtener del todo los beneficios
que se pretenden.
Este tipo de clasificación permite identificar
que no todas las empresas emplean de manera inteligente el uso de estrategias,
lo que se verá reflejado dentro del desempeño que tenga la empresa dentro de su
mercado; por el lado contrario la buena implementación le permitirá a las
empresas tener el dominio dentro de la rama en que se desempeñan y
posicionándose como la mejor empresa de su giro en comparación con su
competencia.